Noviembre 2019.
8 de noviembre; primera terapia psicológica. Las dudas y las voces internas son enormes. Los pensamientos son destructivos; ¿qué hago yo aquí? ¿ir a un psicólogo? ¿estoy loca? Y por favor, NO. Basta de pensar así. Al igual que se va a un cardiólogo o a una peluquería, normalicemos el ir a un psicólogo. Las enfermedades mentales son igual de importantes que cualquier otras.
Y me gustaría añadir otro mensaje: PEDID AYUDA. Puede salvar muchas vidas, y os lo digo con el corazón, porque a mí me ha salvado la mía.
Reconocer el problema y la enfermedad es muy difícil y cuando se le pone nombre, para mí, fue un golpe brutal. No me lo podía llegar a creer. Pero es el primer paso para poder recuperarte, reconocer lo que tienes. Y no os miento si os digo, que a día de hoy, se me sigue poniendo la piel de gallina al recordar esto.
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